El entrenador de futbol, una figura muy importante, ya que da ejemplo a los jugadores.
El entrenador no es, de hecho, solo el que enseña técnicas y estrategias de fútbol, debe ser consciente de que hay que aprender de cada persona y de cada situación.
Este es sin duda el primer paso para lograr la excelencia.
La tarea del coach es transmitir habilidades y conocimientos a un conjunto de sujetos a través de la formación de roles específicos, con el objetivo de perseguir y lograr un resultado.
Al mismo tiempo, el coach representa al experto, es decir, al que facilita la autoconciencia del alumno y crea oportunidades de aprendizaje.
Por tanto, es importante que sepa cómo crear una relación con sus alumnos.
¿Cuáles son, entonces, las características que hacen que un entrenador sea un buen entrenador?
¿Son aspectos innatos y, por tanto, presentes desde el nacimiento o de cualidades aprendidas a través de la experiencia?
Es difícil responder a esta pregunta, ya que es difícil separar lo innato de lo aprendido.
Nuestra personalidad está en continua interacción con el contexto, tanto que lo innato y lo adquirido se convierten en piezas de un solo rompecabezas.
Veamos con más detalle cuáles son las características que debe poseer un buen entrenador.
- Experiencias concretas técnico y táctico;
- preparación a nivel didáctico y capacidad para comunicar sus ideas de forma sencilla y clara;
- disponibilidad humana básica e inteligencia emocional, o la capacidad de reconocer las emociones propias y de los demás y saber relacionarse con ellas;
- apertura al diálogo y capacidad para admitir los propios errores, que lleva al respeto y la estima: es fundamental poder ser autocrítico y comprender dónde está el error, responsabilizándose por él;
- confianza en sí mismo, cayuda a crear y difundir la motivación en los alumnos;
- ambición y apertura mental: Es importante saber cuestionarse, aceptar visiones diferentes a las propias, ponerse en la piel de los demás y buscar soluciones alternativas cuando sea necesario.;
- habilidad para adaptar a la continua evolución de la profesión, sin permanecer rígidamente anclados a experiencias anteriores;
- entusiasmo y pasión por el trabajo: No olvidemos nunca que todo empieza con el corazón y el amor por el balón.
¡Las cualidades psicológicas que debe poseer un buen entrenador!
Un buen entrenador también debe tener muchos cualidades psicológicas para ser utilizado por el bien del colectivo.
Entre los muchos enumeraré los más importantes:
Locus de control interno
El locus de control se define como la percepción del control de los eventos que todos tienen y que pueden atribuirse a uno mismo oa factores externos, el primero se define interno, el segundo externo.
Un buen entrenador debe poseer un locus de control interno, es decir, debe demostrar que tiene el control total de su trabajo y del equipo.
Deben mostrar conocimientos y estrategias que les permitan afrontar mejor situaciones y problemas, logrando los objetivos marcados y creyendo en sus habilidades.
Asertividad
Esa es la capacidad de expresar los propios sentimientos y emociones con claridad, saber elegir cómo comportarse en un momento / contexto determinado.
Ser capaz de defender los propios derechos, expresar con serenidad una opinión aunque esté en desacuerdo con los demás y llevar a cabo las propias ideas con convicción, respetando las de los demás.
Habilidades de comunicación
Fundamental para permitir que tus ideas lleguen a otros y sean entendidas por ellos.
Empatía
Esa es la capacidad de comprender completamente el estado de ánimo de los demás, reconociendo las emociones en juego.
La calidad de la relación se basa en una escucha no evaluativa y se enfoca en comprender los sentimientos y necesidades básicos del otro.
Habilidades para resolver problemas
Es la capacidad para resolver problemas, analizar datos perceptivos del entorno e implementar estrategias para superar las dificultades y lograr los objetivos marcados.
Conclusión
La formación, por tanto, no es una tarea sencilla, el técnico debe ser capaz de combinar cualidades técnicas, tácticas, comunicativas, educativas y psicológicas para realizar su trabajo de la mejor manera.
Los entrenadores deben conocer a los deportistas que tienen delante, sus puntos fuertes y sus límites, no sólo a nivel futbolístico, sino sobre todo a nivel de carácter y psicológico, y proceder con diferentes criterios de entrenamiento según cada deportista en particular.